Ahora que la obesidad ha sido oficialmente designada como una enfermedad crónica, la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AAEC) y el Colegio Americano de Endocrinología (ACE) han puesto en marcha un enfoque de múltiples pasos para combatirla.
Después de una conferencia de consenso de 2 días entre múltiples partes interesadas, los representantes de la AACE y ACE celebraron una rueda de prensa para emitir una nueva declaración que afirma el amplio consenso de que la obesidad se ha convertido en una enfermedad crónica. La declaración incluye incluida la necesidad de una mejor definición de la obesidad y de las medidas que se deben tomar para garantizar el reembolso de las intervenciones de obesidad.
Timoteo Garvy, médico de la Universidad de Birmingham, Alabama, declaró:
«La obesidad es una enfermedad, que merece de toda la fuerza de nuestro modelo médico . Debería abordarse cuando los pacientes son vistos en la consulta. (…) se debe utilizar un enfoque centrado en las complicaciones al decidir sobre la modalidad de tratamiento para optimizar la relación riesgo/beneficio a fin de que las terapias más intensivas estén dirigidas a aquellas personas con las complicaciones que se beneficiarían más.»
El objetivo de la conferencia actual era construir una base de evidencia amplia. Seguida de – en aproximadamente un año – una nueva reunión se convocará para » formular recomendaciones específicas y procesables que son relevantes para los pacientes individuales». Después de eso, el tercer paso será el desarrollo de la logística de cómo aplicar en la práctica las recomendaciones.
Fue una conferencia única para reunir a una amplia gama de partes interesadas: biomedicina, gobierno, industria reguladora de la salud y la economía, y los representantes de la sociedad/educación/investigación.
Otros » conceptos afirmados « de la conferencia fueron: la intervención en el estilo de vida como un componente crítico de un plan de atención integral a la obesidad, la necesidad de reducción de factores ambientales que propician la obesidad y la importancia de las dos estrategias de prevención primaria y secundaria. En general los participantes estuvieron de acuerdo en que el índice de masa corporal (IMC) es inadecuado como único indicador de la obesidad y respaldaron un marco de trabajo que implicaría la combinación de IMC con otras medidas como la circunferencia de la cintura y la evaluación de las complicaciones, junto con la consideración de variables como la etnia y la edad.
Fuente: Medscape